LUZDELIA APAZA
Entrevista: Annemarie Gunkel
Fotografías: Miguel Palomino
"Yo nací en Conima, en Puno. Tengo tres hijos, Naomi y Renzo, de 7 y 3 años, y Cristian de 9 meses. Me mudé a Urubamba cuando estuve embarazada de Renzo, mi segundo hijo.
Acá vendo frutas en el mercado, las frutas que son del norte, como la manzana, la uva o la chirimoya, las compro en Cusco. Para eso me tengo que levantar dos veces a la semana a las 3 de la mañana, sino me levanto más tarde, alrededor de las 6. Las otras frutas que son de Quillabamba me las trae directamente un mayorista.
De Urubamba me encanta el clima, es mucho más cálido que Puno, donde siempre hace frío y está seco."
"Con los hijos puede ser cansador el trabajo, me levanto, cocino y preparo desayuno. Mi hijita ya se viste solita, a veces me ayuda con el chiquito y lo cambia. Comemos rápido y nos vamos, al mediodía almorzamos en el mercado y en la tarde volvemos a la casa.
Mi pareja tiene también su propio negocio de venta de frutas y los dos nos repartimos las tareas de la casa. Trabajamos todos los días porque le debemos al banco por la construcción de nuestra casa. Recién empezamos con la construcción, ya hay dos cuartos acabados, pero falta que seque, y faltan las fachadas.
Cuando ya terminamos con la construcción, nos vamos a organizar para tener un día a la semana libre."
"Acá en Urubamba me siento mucho más segura que en la Juliaca. Sobre todo, para criar a mis hijos es mejor, no hay tanta criminalidad.
Todo el resto de mi familia vive en Puno y como mis hijos son pequeños es incómodo moverme, y los visito poco. Sin embargo, mi familia siempre nos visita, por lo menos dos veces al año. Ahora viene mi hermana con sus hijos y vamos a ir a Machu Picchu, a pasear. Estoy muy contenta porque yo, desde que me mudé hace tres años, aún he podido conocer."