
Entrevista: Annemarie Gunkel
Fotografías: Miguel Palomino
"Estudiar antropología me ha ayudado a tener una visión más amplia. Por eso, he decidido compartir la vida que nosotros tenemos aquí en mi comunidad mediante los videos que hago. Al principio, eran solamente para las personas de nuestras comunidades y los que han migrado a la ciudad, que son quechuas o aymaras, o de otras culturas y que se sienten identificados. No pensaba llegar a muchas personas.
Empecé en puro quechua porque era dirigido a quienes conocían nuestra cultura y sabían el idioma. Pero el idioma tambien puede ser una frontera, por eso ahora a veces hablo en quechua, a veces en español o pongo la traducción.
Creo que al llegar a otros países u otras culturas podemos tener una forma de intercambio cultural. Yo quisiera que de esa manera pueda ayudar a reafirmar nuestra identidad cultural y que pueda llegar a lo más profundo de su corazón de cada persona".


"Antes yo no utilizaba pollera, entonces para mí ha sido un cambio al reverso. Pero tampoco me pongo siempre porque hay momentos, por ejemplo cuando voy a la universidad, en los que yo también utilizo pantalón como cualquier otro joven. Es en eventos especiales que me pongo la pollera.
Pertenezco al voluntariado intercultural Hatun Ñan, un grupo de estudiantes quechuas, aymaras, amazónicos, que promovemos reafirmar nuestra identidad cultural dentro de la ciudad universitaria. Organizamos ferias y cosas así, entonces ahí es donde cada estudiante viene con su ropa de su pueblo, con el que se identifica. Entonces en esos momentos yo me pongo mi ropa también.
Siento que es muy diferente el trato cuando estoy con pollera o cuando estoy con pantalón. A veces incluso me suena un poco a broma, un poco a chiste. Cuando estoy con pollera me dicen señora, y cuando estoy con pantalón, me dicen señorita. Hasta cuando me ven con celular se sorprenden: “¡No, tiene celular!”. Te discriminan porque no saben".
"Hay un joven quien me impulsó a empezar con esto de las redes sociales. Se podría decir que es el precursor en difundir el idioma quechua. Se llama Wayna Mantilla. Desde que supe de él, me ha inspirado. Yo también quería ser así, hablar como él y compartir. Él más que todo se enfocaba en el idioma porque él estaba lejos de su pueblo. En mi caso fue ambos, tanto en idioma y la cultura en sí. Yo tengo esa facilidad de que mi comunidad esté muy cerca a la ciudad y estoy en constante relación.
Me enteré de Wayna Mantilla justo cuando había fallecido en el 2018, no he logrado conocerlo pero yo he visto todos sus videos. Me siento muy honrada de poder compartir, porque yo como joven tengo y he tenido ese acceso a la educación y he aprendido nuevas herramientas tecnológicas que pueden ser muy importantes.
Agradezco a todas las personas que realmente quieren y aman nuestra cultura, las que quieren aprender y conocer. Y sobre todo agradezco a los paisanos que me escriben y me animan".
