
TOMASA PUMA
Entrevista: Annemarie Gunkel
Fotografías: Miguel Palomino
"Yo vivo en la comunidad de Sallac, en el Valle Sur. Nosotros producimos de todo: cebada, trigo, albergas, tarhui, olluco, oca, mashua. Nosotras, las mujeres, nos levantamos muy temprano y le damos el desayuno a nuestro marido y lo mandamos a la chacra, luego vamos a alcanzarlo a la chacra con la comida del día y si nos da tiempo cooperamos en las tareas del campo. En la tarde nos venimos a seguir con las actividades de la casa, tenemos animales que cuidar y también a las mujeres nos toca ordenar la casa. A veces no nos alcanza tiempo.
De todas maneras pienso que en el campo se vive mejor, el aire es limpio y puro además puedes andar libremente en todas las direcciones."


"Cuando ibamos a las reuniones del colegio por mis hijos todos hablaban en castellano y si no entendíamos bien, solían decir: “a qué vienen si no van a entender.” No podíamos participar y a veces no quedaba otra que escuchar callados, sin articular una palabra.
Nosotros no concluimos nuestros estudios e incluso ni la primaria, es por eso que nos dijimos que nuestros hijos sean diferentes, por lo tanto decidimos mandar a las escuelas para que puedan aprender de todo. No queremos que pasen por lo mismo."
"Estoy muy feliz por todos los que están aprendiendo el Quechua, que sigan aprendiendo aún mas personas esta forma de hablar, de esta manera ya no seremos mal mirados ni criticados.
Así yo también podría entrar a cualquier lugar y hablar libremente, ya que no entiendo nada cuando me hablan en español. En las oficinas públicas o postas de salud suelen decir: “¿Qué dirá? ¿Qué dirá?” Mandan a buscar a otras personas para que traduzcan. Y si no hay nadie nos dicen que esperemos y así a veces esperamos todo el día. Si nos entendieran quizás habría mejor atención."
